lunes, 25 de octubre de 2010

Tú eres el resultado de tí mismo




No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie porque

fundamentalmente Tu has hecho tu vida.



Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de

acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote.

El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu

mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas

según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con

valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos y
la prueba que has de ganar.
No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate
ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier
momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para
claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu
fracaso.

Si Tú has sido el ignorante, el irresponsable, Tú, únicamente Tú, nadie
pudo haberlo sido por ti.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu
futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los violentos, a los

enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes

vencieron a pesar de todo.


Piensa menos en tus problemas y mas en tu trabajo y tus problemas sin

alimento morirán. Aprende a nacer del dolor y a ser mas grande, que el

mas grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo reconociéndote por tu valor, por tu
voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo,
reconociéndote a ti mismo, mas libre y fuerte, y dejarás de ser un
títere de las circunstancias, porque tú mismo eres el destino y nadie
puede sustituirte en la construcción de tu destino.


Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.



Tú eres parte de la fuerza de la vida


Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete y triunfarás en la vida.

Y nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.



Pablo Neruda

No hay comentarios:

Publicar un comentario